Narcisos

Los narcisos son los bulbos más fáciles de cultivar; en cada sitio hay por lo menos una variedad que no sólo vivirá de un año para otro, sino que aumentará la población.

Además salen cuando no hay casi nada en el jardín, con lo que alegran el corazón cuando es invierno todavía.
Cuidado: causa una emoción enorme descubrir el primero, así que los jardineros con cardiopatías, que tomen precauciones.
Quedan advertidos: a veces sucede ya en diciembre.



Por otro lado, no son de ésas cosas discretas y escondidas que nos tiene que enseñar un experto para distinguirlas de un hierbajo, sino que se ven a lo lejos aunque uno presuma de ser un jardinero elegante y sobrio.
Bueno, hay algunos que sí son elegantes.




Nosostros entendemos que , si se plantan en una pradera (Para «naturalizar», como dicen en los catálogos y libros de jardinería), no pueden ser variedades demasiado estridentes, ni de tamaño ni de colores que no sean los que lucen las especies, que son amarillo y blanco. Todo lo que se aleje del original va a ser siempre menos «natural» que el original. Parece una tontería pero no se suele entender.
Por otro lado, si a uno le gustan las variedades más vistosas, no hay problema: plántalos en macetas o claudica y dales a ellos toda la pradera. Son espectaculares y, total, son unos pocos meses y luego, como si hubiera sido nada más que hierba. No se nota nada.







Después de ver toda esta maravilla, los detalles aburridos de cultivo:
- Plantarlos lo más temprano posible porque desarrollan las raíces antes que el resto de bulbos que se plantan en otoño: septiembre está bien. Octubre peor. Noviembre sólo para los híbridos de poéticos (Ojo de faisán, Actaea…)
- La profundidad de plantación depende del tipo de tierra que disfrutamos: si es muy arcillosa (Compacta), es suficiente con poner encima del bulbo su misma longitud en tierra; coniene no dejar la de debajo muy compacta, airearla un poco. Si es más ligera, más profundidad.
- En los sitios muy fríos hay algunas variedades que prosperan mejor, y además cuando florecen tienen menos longitud de hoja y se ven mejor (También suelen tener menos longitud de tallo, pero eso es un detalle bonito en un narciso): todos los de copa grande y trompeta.
- En los que apenas hiela, es mejor plantar híbridos de canaliculatus, triandrus y jonquilla (Tazzetta, Hawera, Minnow, etc.)
Sólo falta lo malo: un pequeño detalle FUNDAMENTAL para que se nos reproduzcan (Y tened en cuenta que para que parezcan naturales tienen que salir en manojos, no uno a uno como cuando están recién plantados), es que cuando la flor se acaba y están las hojas lacias sobre las demás cosas que hay alrededor, hay que contenerse y no arrancar bajo ningún concepto esos restos. Deben morir tranquilamente. Nada de eutanasia narcisil. Cuando estén amarillas las hojas, que han seguido creciendo, entonces sí.
Simplemente precioso, gracias
Muchas gracias, Sandra!! 🙂