Cabrales

Cabrales

Cabrales le suena a todo el mundo del queso, pero eso no es ni mucho menos lo mejor que tiene el sitio.

Hay miles de historias. Sobre cualquier cosa. A nosotras nos interesa, sobre todo, conocer las historias de lugares habitados, a poder ser, por plantas y gente que las cuida.

Gente que se ha molestado en conocerlas por lo menos.

Por eso, en este caso, hemos pedido a un cuidador que nos cuente la historia del sitio.

Su cuidador se llama Kiko Gutierrez y ha llegado a enamorarnos.

Su queso, El Teyedu, ha sido mejor Cabrales en 2009, 2010 y 2015; Mejor queso de Asturias en 2012, Mejor queso de España en 2013 y Medalla de Oro Gourmet en 2014. Casi nada. Si a eso le sumas que da visitas guiadas para que otros sientan la misma pasión que él por su tierra, su trabajo y por las plantas, apaga y vámonos!

Es humilde, dedicado, trabajador y te hace sentir en todo momento que estás en casa. Todo lo que es y lo que hace lo comparte. Y de buena gana y con una sonrisa.

Una maravilla, vamos. La historia de su tierra vamos a dejar que la cuente él, que la conoce infinitamente mejor que nosotras.

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“Lo primero que creo que tengo que decirte es que Cabrales  es un concejo con 18 pueblos y un dato muy significativo es que casi un 85% es caliza pura  en la que, por supuesto, es imposible vivir.

También es bastante importante tener claras las alturas. El punto más bajo sobre el nivel del mar está a unos 140-150 metros (que es Arenas de Cabrales) y el más alto a 2648 metros. Esos puntos se pueden caminar perfectamente en un día. Eso nos demuestra cómo es de vertical y de dura nuestra tierra.”

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“Está bañada por dos ríos muy grandes, el riu Casaño  y el riu Cares, que es un rio por excelencia salmonero muy conocido y admirado por los pescadores, tanto por los salmones como por la belleza del cauce. Por los pedazo de salmones y por los pozos que pueden disfrutar. Toda la vida nos dedicamos a la agricultura y a la ganadería y últimamente, en la década de los 70, también un puquitín al turismo gracies a estas montañas que tenemos.”
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Nos miran y posan. Se nota que por aquí pasa poca gente.

“La forma de vida que había era, como te puedes imaginar, muy dura. Lo único que se tenía era trabajo, trabajo y trabajo.

Se trataba de aprovechar el terreno, con los pastos de altura, cultivo de tierras bajas, etc. Después ya surgió el queso de cabrales que viene de muchu tiempo atrás. No se sabe desde cuándo existe el queso de Cabrales.”

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“Una de las formas que tenían de pelear con los romanos era bajar por las noches 3 o 4 hombres hasta los campamentos y… bueno, matar hasta que te mataran. Y después, si podían, secuestraban a algún romano, lo iban subiendo por las peñas y le iban haciendo cosas malas. Y cuando veían que salían detrás de ellos los otros romanos y ya estaban a cierta altura de la montaña, en vez de flechas y espadas, lo que utilizaban eran piedras.”

Muy civilizado todo.

“Bastantes años atrás, antes de los romanos, Cabrales estaba habilitada durante la Edad de Bronce o de Cobre. Hay bastantes vestigios en forma de pinturas. Tenemos unas cuevas muy importantes con unas pinturas que se conservan muy bien, en las Cuevas de la Covacía. Otras pinturas en otro pueblín de Inguanzo. En mi pueblo, particularmente, descubrieron tres cuevas en tres enterramientos. Dos eran restos de un taller que trabajaban el bronce y en otra no encontraron nada. Y yo particularmente hace dos años y medio encontré una punta de flecha de la Edad de Bronce, y la donamos al Museo de la Prehistoria. En fin, que hay bastantes vestigios de cultura prehistórica.

Ya el ser humano se dio cuenta de la belleza de esta tierra desde que se hizo.”

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“Esta gente de esti pueblu miu debía ser gente muy brava, ya que cuando llegaron los romanos aquí estaban los vadinienses, era una tribu que ocupaba toda la extensión de los Picos de Europa casi hasta Ribadesella. Y los consideraban, leí en escritos que habían dejado los romanos, gente hostil de rabia; eran muy, muy, muy salvajes.

Estuvimos ocupados pero nunca en paz y siempre tenían bastantes luchas con ellos.”

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“Otra forma de vida también fue la minería, como en toda Asturias, sobre todo la de alta montaña. Era una minería muy rudimentaria, muy rústica y muy peligrosa. Había minas en muchos pueblos, en el mío, en Arandas también había minas y en más pueblos de Cabrales. Y en los Picos de Europa, en la parte que linda con Cantabria, hubo unas explotaciones bastante considerables de blenda, que se utilizaba para hacer zinc.

Estuvieron funcionando hasta 1970-1971, que se dejaron de explotar no por falta de material sino porque resultaba muy caro bajar los materiales extraídos hasta los puertos.”

Luego históricamente no tuvimos gran trascendencia (que yo leyese o que yo pudiera estar informado). Tampoco es que haya mucho escrito ni que lea demasiado, me baso en cosas que me cuentan y que encuentro.»

No podéis imaginar lo humilde que se muestra sabiendo todo lo que sabe.

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«La única importancia que pudimos tener para gente de fuera es que, a partir de la Alta Edad Media, los pastos de altura, que son de muy buena calidad, eran aprovechados en su mayoría por monjes de Burgos, hacían trashumancia, alquilaban los pueblos de aquí y sus puertos y era otro pequeño sustento, una pequeña ayuda.

Gracias a eso lo que sí que había eran unas leyes muy estrictas entre pueblos, entre vecinos, entre pastores por mantener esos pastos que en el verano era otra forma de vida.»

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“Hablando de este tema como que me cabrea un puquitín porque sabiendo la importancia que puede tener de todo lo que hay, también sé que no se le da ninguna notoriedad. Que a nadie le importa, nadie lo cuenta.

Nadie lo enseña.

Al ayuntamiento no le importa nada, que se podrían estar enseñando un montón de cosas y nada. En fin. Da un poco de pena ver cómo se está perdiendo.”

Helechos (Asplenium trichomanes), ombligo de Venus y sedum
Helechos (Asplenium trichomanes), ombligo de Venus y sedum
Frutos del Crataegus (Espino albar).
Frutos del Crataegus (Espino albar).
Hepatica nobilis
Hepatica nobilis
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Erica (Brezo).
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Crocus
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Dianthus plumarius (Clavelina).
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Saxifraga trifurcata
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Saxifraga hirsuta con helecho.

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Saxifraga, sedum y musgos con hayucos.
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Saxifraga spathularis

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“Cuando encontré la punta de flecha estuvimos unas semanas saliendo en los periódicos, radios, televisiones, bastante guay. A mí me prestó mucho. Me emocionó muchu ver el pueblu mío en los periódicos durante una semana todos los días.

Pero no se volvió a decir nada más. Lo único que me decían los vecinos es que cuánto me habían dado por lo que había encontrado. Y me daba rabia y a muchos les decía ‘¿pero no sabéis el significado de donar? Donar significa dar cosas gratis.’

Y bueno, tenemos bastantes vestigios prehistóricos y bastante dejadez también.”

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«Lo podíamos estar enseñando y estar presumiendo de ello y no.

Algo curioso es que hicieron una réplica de La Covaciella cuando se interesaron en unas cuevas que hay en Teverga, en hacer otra igual. Hasta ese momento a nadie le interesó si había aquí una cueva ni nada. Vamos, muy triste.»

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«Pasamos muchos siglos en manos de cuatro familias, que eran los que tenían las casonas y los palacios. Tenían a la gente trabajando para ellos. Cosa muy común en toda Europa y normal. Antes te hablaba del queso de Cabrales. La primera datación del queso de Cabrales (que es lo que nos hace conocidos) es alrededor de 1720-22 de unos monjes que había en Cangas de Onis, que venían recogiendo alimentos.

En unos escritos que hay, a parte de maíz y carnes que recogieron, ponen que recogieron también ‘queso de Cabrales’. Años atrás también cogían queso, pero no especificaron cuál y al no especificar no se puede decir que sea el de Cabrales.»

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«A partir de ahí hay una historia del queso bastante interesante que es lo que nos hace levantar un poco la cabeza y ser un poco diferentes al resto.»

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La historia de su queso queremos explicarla también porque no tiene desperdicio y como véis es parte fundamental de su historia.

No vamos a ser nosotras las que le privemos de hacerlo.

Queremos que se conozca y que podáis disfrutar de esto tanto como lo hemos hecho nosotras.

Merece la pena la caminata.



2 pensamientos sobre “Cabrales”

  • Una tierra espectacular , con unas gentes encantadoras que no hacen más que agrandar lo maravilloso de la zona y una historia contada por una persona más espectacular todavía, Kiko.

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